» Uno de los pocos medicamentos que han pasado la prueba del añejo

Esta nota fue creada el lunes, 8 diciembre, 2014 a las 6:45 hrs
Sección: La corazonada

Cada año aparecen varios medicamentos nuevos y salen del uso cotidiano un número equivalente. Múltiples razones propician que los médicos abandonemos el empleo de un fármaco, ya que no sólo el desarrollo de un medicamento similar lo desplaza, puesto que los efectos colaterales, la dificultad para su administración y hasta su costo, propician su desaparición.

Para que un medicamento permanezca en la farmacopea de un médico y lo continúe utilizando, debe considerar que es muy útil, que tiene un perfil bajo de efectos indeseables, que sea de costo accesible para sus pacientes y que existan múltiples estudios científicos que avalen su empleo.

El objetivo de La Corazonada de hoy es revisar para ustedes, amables lectores, la información relacionada con los beta bloqueadores, una familia de medicamentos que se empezó a utilizar hace más de sesenta años.

Reciben varios nombres: bloqueadores beta, betabloqueantes o bloqueadores adrenérgicos. Esto se debe a que ocupan sitios específicos en las membranas de las células, llamados receptores adrenérgicos, con lo que impiden que la adrenalina se pegue al receptor y lo estimule. Todas nuestras células tienen múltiples receptores, que son proteínas altamente específicas, pues un receptor de histamina, por ejemplo, no puede recibir una molécula de adrenalina.

Todos hemos oído hablar de la adrenalina, pues es una sustancia que ha alcanzado popularidad, ya que es la hormona que se produce en los juegos extremos. En nuestra vida diaria, la adrenalina nos prepara para la defensa o para la huida, de tal modo que produce múltiples efectos en muchos órganos y en particular en el sistema circulatorio provoca respuestas que a la larga provocan daño, ya que sube la presión arterial, favorece arritmias sobre todo las taquicardias y aumenta el grosor del músculo cardíaco.

Dado que el propranolol demostró que evitaba todos estos efectos, fue el primer beta bloqueador utilizado en los pacientes y se sigue empleando hasta la actualidad. Desde hace poco más de sesenta años, han surgido unos cincuenta diferentes beta bloqueadores, con efectos agregados a los que originalmente se le descubrieron al propranolol, por lo que se agruparon en familias: bloqueadores beta con actividad alfa bloqueante fue una de ellas, bloqueantes beta uno específicos, bloqueantes beta no específicos y beta bloqueadores con actividad simpática intrínseca.

Este último efecto conocido como ASI, es muy interesante ya que provoca taquicardia refleja si bien conserva todos los demás efectos útiles de la familia de beta bloqueadores. Otros, como el carvedilol son vasodilatadores, pues relajan el músculo liso de las arterias y abren estos vasos sanguíneos.

Tienen otros efectos múltiples menos conocidos, pues son antiplaquetarios ligeros, disminuyen la formación de placas de grasa en las arterias e inhiben la formación de células de músculo liso lo que mejora el pronóstico de vida de los pacientes con presión elevada.

Las enfermedades que se tratan con estos medicamentos son múltiples: la angina de pecho, el infarto del miocardio, la migraña, el hipertiroidismo, la hipertensión arterial, la ansiedad, el temblor muscular idiopático, el síncope neurocardiogénico, la taquicardia supraventricular, el insomnio, la insuficiencia cardíaca, el glaucoma, la hipertensión pulmonar, la disección aórtica, las cardiomiopatías, el prolapso de la válvula mitral y hasta el tumor conocido como feocromocitoma.

Estos fármacos son usados en México sólo tomados, a excepción del esmolol que es empleado por la vía endovenosa, ya que su indicación precisa es frenar el corazón de un paciente con taquicardia inducida por medicamentos durante una prueba de ultrasonido para demostrar si existe angina de pecho en esa persona. El estudio se llama ecocardiograma con dobutamina y se emplea cotidianamente para definir si un paciente está en riesgo de presentar un infarto del miocardio.

Sin utilizar el nombre comercial de los productos, les menciono a continuación los más importantes beta bloqueadores y su principal indicación. Les sugiero que revisen la fórmula del medicamento que ustedes utilizan para que identifiquen alguno de los que les menciono a continuación.

El metoprolol es uno de los más empleados en México y fue el primer beta bloqueador que demostró que disminuía la mortalidad en el infarto del miocardio y esto se repitió en miles de estudios científicos, de manera que fue el primer fármaco que pasó la prueba del añejo, pues desde la década de los 80, se sabe que mejora el pronóstico de vida del post infartado.

En la actualidad otros beta bloqueantes han demostrado que son útiles con este propósito, como el atenolol, el carvedilol, el nadolol y el propranolol pues disminuyen el riesgo de un nuevo infarto.

Otros han sido más útiles en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca como el carvedilol, el pindolol y el nebivolol. Esta es una historia muy interesante, pues antes de los años 80, se consideraba prohibida la utilización de estos medicamentos en pacientes con falla cardíaca, en tanto que ahora se les considera indispensables, pues disminuyen la mortalidad hasta en un 40%.

Por eso yo siempre digo que “las verdades de hoy, son las mentiras del mañana”.

Otros más han resultado mejores en el manejo de la hipertensión arterial como el bisoprolol, el atenolol, el metoprolol, el labetalol y el nebivolol.

Seguramente su médico analizó su caso en particular para prescribirle el mejor beta bloqueador para usted, ya que el juicio de cada caso es crucial para decidir el manejo, así como la dosis que usted debe recibir.

En los pacientes post infartados, es inadmisible que no reciban ácido acetil salicílico y un beta bloqueador, los únicos fármacos que han pasado la prueba del añejo en la Cardiología.

Espero que la información les sea de utilidad y quedo a sus órdenes.

Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com

Hasta la próxima.





           



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