La alianza que firmó el PRI con el Verde Ecologista y Nueva Alianza, implicará la sociedad en la elección presidencial, en 10 estados para la elección de senadores y en 125 de los 300 distritos electorales.
En el caso de los senadores, al Verde Ecologista le corresponderá encabezar las fórmulas en 5 estados y cuatro a Nueva Alianza; el resto serán para el PRI.
En el caso de los diputados federales, a Nueva Alianza le corresponderá encabezar las fórmulas en 23 de los 125 distritos pactados; al Verde Ecologista le corresponderán encabezar en 30 distritos electorales y el resto serán para el PRI.
Si bien el acuerdo ha sido calificado como “altamente costoso para el PRI’’ habría que revisar el número de posiciones, que en el 2005 negoció el entonces presidente del partido y posterior candidato presidencial Roberto Madrazo Pintado, con el Verde; Nueva Alianza fue con el PAN en la elección presidencial anterior.
La negociación de Madrazo con el Verde consistió en 46 diputaciones federales y 5 senadurías que contrastan sin duda con el acuerdo firmado para el próximo año.
Efectivamente hay una reducción de las posiciones en la Cámara de Diputados para el Verde -46 en el 2006 contra 30 para el 2012; en senadores el número quedará igual-, pero la negociación de Humberto Moreira se encareció al sumar a Nueva Alianza.
Y si bien para un grupo, hasta ahora minoritario de priístas se concedió demasiado a los partidos socios, para el resto el costo valdrá la pena pues se espera que la elección sea muy cerrada y que la aportación de ambos partidos, estimada en unos 10 puntos, valga la inversión.
Todo, con tal llegar a Los Pinos.
Si Manlio Fabio Beltrones declaró que su lealtad indeclinable al PRI, ¿cómo pues evitará que su eventual declinación a postularse como precandidato presidencial fracture al partido de cara a una elección que se anticipa altamente competida?
Al cierre de este espacio, el senador y su equipo elaboraban el documento mediante el cual fijaría su posición respecto a la convocatoria del PRI, publicada en otros términos en los que fue aprobada por el Consejo Político Nacional del partido.
Se daba por descontado que el sonorense declinaría participar en la carrera por considerar que la convocatoria cargaba los dados a favor de Enrique Peña Nieto, pero lo interesante del asunto era conocer los términos en los que el aspirante presidencial marcaría su distancia.
No esperamos un rompimiento, desde luego, pero si una posición enérgica típica del senador, a quien parece no convencieron los priístas encargados de tratar de mediar entre él y Humberto Moreira.
Hoy, seguramente cuando usted tenga este texto entre sus manos, conocerá en todos sus términos la declinación de Manlio que no se prestará a comparsa de nadie.