>El asunto de la famosa balacera en Tres Marías se ha complicado por el vacío informativo dejado deliberadamente por las autoridades federales.
Aunque poco a poco parece que la PGR avalará la tesis de la confusión, sigue habiendo más preguntas que respuestas en este caso que por la gravedad de sus implicaciones debería haber sido transparentado inmediatamente.
Mientras la Policía Federal recibe las presiones de la embajada de Estados Unidos, en México no se conoce oficialmente el nombre de los ciudadanos estadounidenses involucrados en los hechos ni qué misión cumplían.
Los nombres han sido dados a conocer por los periódicos, pero ni siquiera el nombre del marino que fungía de chofer se conoce, a pesar de ser mexicano.
¿Cuál era la misión tan importante que desempeñaban los estadounidenses para que los federales presuntamente coludidos con la delincuencia organizada “los emboscaran”?
¿Por qué el gobierno mexicano no ha dado a conocer qué hacían y en cambio a preferido que se cuestione la integridad de la Policía Federal, de por sí en entredicho, y de paso la política de seguridad del presidente Felipe Calderón?
¿Qué pues se oculta en este hecho para que la PGR decidiera finalmente arraigar a los doce federales involucrados por el delito de abuso de autoridad y no por delincuencia organizada como originalmente se había dicho?
Todos los vacíos informativos se llenan con especulaciones y desinformación.
Algo muy delicado debe haber atrás de la balacera para que el gobierno mexicano prefiera tragar sapos, evidenciar a la súper policía como una banda de forajidos antes que aclarar qué hacían los agentes estadounidenses en territorio netamente comanche.
>Once muertos después el gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, anunció el blindaje de la frontera del estado con Michoacán, ante el fundado temor de que las mafias michoacanas decidan tomar, si es que ya no lo hicieron, la zona de Tierra Caliente.
La verdad es que, pese a lo escandaloso del asunto y una escalada de la violencia que parece generalizada, el estado se ha defendido mejor que años atrás.
No solo el operativo “Guerrero Seguro” ha devuelto en cierta medida la tranquilidad en las grandes ciudades del estado, sino que, por ejemplo, Acapulco registró en las vacaciones pasadas un porcentaje de ocupación hotelera superior al 90 por ciento.
Nada mal para un destino turístico hasta hace no mucho intransitable.
>El 30 de este mes, el Consejo Nacional Agropecuario elegirá a su nuevo presidente.
Los contendientes son Benjamín Grayeb, vicepresidente de Comercio Exterior del CNA y de Álvaro Ley, presidente de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado (AMEG).
Grayeb tiene por el momento el apoyo del 75% de la membresía del CNA, lo cual lo perfila como el nuevo presidente del organismo, aunque falta la convención del organismo para oficializarlo.
La importancia del CNA se ha revalorizando; dejó de ser un organismo de membrete para pasar a ser un importante mediador entre el gobierno y los productores del campo, a tal grado que no sería raro que uno de sus expresidentes pudiera ser el nuevo Secretario de Agricultura.