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» “El machismo ha sido derrotado en Brasil”: Lula da Silva

Esta nota fue creada el domingo, 31 mayo, 2015 a las 21:31 hrs
Sección: El mundo

Brasilia.- Comenzaba 2009 cuando Dilma Rousseff apareció más joven y atractiva, peinado y vestuario modernos, y unos lentes de contacto que sustituían aquellas gafas que le daban un aire de profesora universitaria o de técnica en informática.

La marca de sus consultores y asesores de imagen que ya construían su candidatura se hizo evidente a partir de entonces, empeñados éstos en suavizar su perfil tecnocrático y sin vocación política de que la acusaban sus opositores, tratando más bien de darle un aspecto y un rostro más humanos.

Dilma comenzó a expresar la poderosa carta que implica ser mujer y presidenta de Brasil, y en alguna ocasión, al ser cuestionada sobre su temperamento fuerte y su carácter enérgico y severo, respondió sin contemplaciones:

“Siempre que la mujer ejerce cargos con alguna autoridad es calificada de dura, rígida, dama de hierro o cualquier cosa por el estilo. Eso no es sino un estereotipo, una camisa de fuerza que pretenden colocarnos a las mujeres”.

Más de una vez –con mayor razón después del triunfo electoral de octubre de 2010-, Lula utilizó un discurso similar para respaldarla, afirmó: “Es la primera demostración de que el machismo ha sido derrotado en Brasil”.

Durante buena parte de 2009, Dilma se mantuvo en las encuestas hasta 18 puntos abajo de José Serra; pero el puntaje se fue elevando y, en diciembre de ese año, la intención de voto era del 23 por ciento, mientras su principal rival tenía un 37 por ciento.

Además de gobernar Sao Paulo, Serra fue un buen ministro de Salud en el gabinete de Fernando Henrique Cardoso y ya había sido candidato presidencial en 2001, respetado y reconocido entre los sectores medios del sur y sureste del país.

Cada vez que los periodistas cuestionaban la impopularidad de Dilma, Lula da Silva afirmaba que comenzaría a remontar una vez que el partido lanzara su candidatura y los pronósticos se cumplieron: la última consulta de Datafolha en enero de 2010 otorgó a Serra 32 por ciento de los votos, frente a un 28 por ciento de Rousseff.

Poco a poco se fue aproximando a su adversario, no fue extraño que Dilma lo empatara y que lograra aventajarlo sin necesidad de demasiada suerte: ser mujer pudo ayudarle; pero le ayudó mucho más contar con el mejor asesor, el antiguo mecánico tornero que no requirió de títulos académicos para despachar desde el Palacio de Planalto de Brasilia.

La transformación de Dilma Vana Silva Rousseff, la hija del migrante y empresario inmobiliario Pétar Russév -su apellido búlgaro original- y de la profesora Dilma Jane Silva, la hizo vencedora en ambas vueltas de las elecciones, el 3 y el 31 de octubre de 2010.

La mujer que tuvo la tortura y la cárcel en su compromiso militante por buscar un Brasil mejor, que sólo desempeñó dos cargos de relevancia en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, tuvo en la primera década del siglo XXI una trayectoria política que se sintetiza en breve cronología:

El 20 de diciembre de 2002, diez días antes de iniciar la nueva administración, se incorporó al primer círculo del presidente electo, como la próxima ministra de Energía.

El 21 de junio de 2005, Lula da Silva le dio posesión como nueva jefa de gabinete -en sustitución del influyente José Dirceu-, convirtiéndose en la persona de mayor confianza del mandatario brasileño.

El 14 de febrero de 2010, decidió iniciar el año con una nueva apariencia física, adoptando actitudes que le restaran la seriedad que hasta entonces la caracterizó, al dejar sus lentes de profesora y con una leve cirugía facial.

El 1 de marzo de 2010, fue dada de alta al superar un cáncer linfático, además de acompañar a la cantante estadunidense Madonna en uno de los desfiles del carnaval de Río de Janeiro.

El 20 de febrero de 2010 fue nominada candidata presidencial del PT para las elecciones constitucionales de octubre de ese año.

El 1 de noviembre, sin reclamos ni objeciones, fue declarada vencedora de los comicios presidenciales, con el 56.4 por ciento de los votos, contra 44.1 por ciento de su rival, el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra.

El 1 de enero de 2011, en un acontecimiento histórico, toma posesión como la primera mujer presidenta de la República Federativa de Brasil.





           



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