» La violencia en Colombia está vigente desde abril de 1948

Bogotá.- La tragedia de la violencia en Colombia, empezó el 9 de abril de 1948 con el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, y hoy 67 años después, los colombianos intentan sellar este capítulo de sangre en unos diálogos de paz con la insurgencia, en La Habana.

El siglo XX en Colombia nació con un conflicto que duró tres años (1898-1901), el cual se denominó La Guerra de los Mil Días, donde los líderes de los tradicionales partidos políticos Liberal y Conservador llevaron a la guerra a cientos de labriegos defensores de cada color en un fratricida encuentro por el poder.

Ese nacimiento del siglo XX pareció marcar el destino de Colombia, como nación, como Estado, durante los 100 años siguientes que le seguirían, pues los vanos intentos de modernización hechos por algunos mandatarios como Alfonso López Pumarejo (1934 –1938) fueron absorbidos por la lentitud de la evolución social de Colombia.

El propio López terminó echando para atrás sus reformas, fundamentalmente la agraria, durante su segundo mandato, pues el poder de las oligarquías locales sustentado en el gran dominio terrateniente frustró la era del cambio.

El problema de las tierras es el más agudo de la historia en Colombia, pues la lucha entre el minifundio y el latifundio son una constante histórica que hace repetir de gobierno en gobierno la propuesta de una reforma agraria que nunca se lleva a cabo con seriedad.

Así el más agudo capítulo de este conflicto se llevó a cabo al terminar la década de los años 50 cuando los enfrentamientos entre liberales y conservadores desembocaron en un magnicidio y por ende fue la piedra en el zapato para la destrucción de toda esperanza de pacificación en este país.

En 1946 se empieza a generar la violencia bipartidista (liberales-conservadores), y de los discursos en las plazas públicas se pasó a los hechos de sangre entre los partidarios de las dos colectividades.

El 20 de abril de ese mismo año, Gaitán presentó su plan de gobierno, en el que advirtió que en Colombia “hay dos países: el país político que piensa en sus empleos, en su mecánica y en su poder, y el país nacional que piensa en su trabajo, en su salud y en su cultura, desatendidos por el país político. El país político tiene metas diferentes a las del país nacional. ¡Tremendo drama en la historia de un pueblo!”.

En febrero de 1948, Gaitán escribió un texto que se conoce en Colombia como la “Oración por la Paz”, que envió al entonces presidente conservador Mariano Ospina Pérez:

“Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra Excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria”, escribió Gaitán.

(…) la capital de Colombia “ha presenciado un espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de todas las latitudes —de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies— han llegado a congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar la irrevocable decisión de defender sus derechos”.

“Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es mucho más poderosa, y esta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están obligados a imponerla no la imponen”, agregó.

Gaitán fue asesinado el 9 de abril de 1948 a la salida de su oficina. El caudillo fue ultimado por un solitario pistolero identificado como Juan Roa Sierra, en un día trágico para Colombia. Ese viernes Bogotá terminó incendiada, Roa brutalmente asesinado, y el país terminó sumido en el caos de la violencia bipartidista.

De extracción humilde, Gaitán fue sin duda la figura populista más grande de Colombia en el pasado siglo, pues tras de sí, arrastró un enorme poder de convocatoria popular, basado en su carismática figura y en su verbo claro y hasta cierto punto incendiario.

Férreo defensor de la tesis sobre la existencia de una división interna entre la nación política, representada por las clases dirigentes, y la nación popular, Gaitán condujo amplios sectores de la sociedad por el discurso contra las clases oligárquicas y por las reivindicaciones de corte popular en un país que a mediados del siglo XX estaba muy empobrecido.

En la historia de Colombia, la muerte de este caudillo generó un movimiento insurreccional sin par en ciudades y pueblos que buscaron la caída del presidente de la época, Mariano Ospina, pero que por la falta de orden y dirección se convirtió en un simple estallido de masas.

El 9 de abril fue declarado, a partir de este 2015, como el día de las víctimas de este conflicto que ha desangrado a Colombia por décadas, y Gaitán es su principal referente de memoria histórica.

La figura y las ideas de Gaitán, rodean el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, que es un verdadero museo de la tragedia nacional que vive Colombia, que de acuerdo con las frías estadísticas, el número de víctimas es superior a las siete millones de personas.