» Violencia hacia las mujeres, una realidad histórica

La violencia de los hombres hacia las mujeres tiene sus raíces en la prehistoria y se sustenta en las relaciones de género mediante la división sexual del trabajo, externó la especialista Laura Fontana Sabatté.

La presidenta de Equidad Igual Salud, del Centro de Estudios de Género, de Argentina expuso que la división sexual del trabajo demuestra que desde la prehistoria las mujeres están sobrecargadas tanto en sus actividades como en su forma de explotación económica.

En la conferencia magistral con la que se inauguraron las IX Jornadas Latinoamericanas de Psicología Social, recordó que en ese tiempo los hombres se dedicaban a la guerra y a la caza.

En tanto las mujeres “estaban sobrecargadas con tareas que hoy siguen teniendo y que están relacionadas con atender una cantidad de hijos que no se podía controlar, realizar trabajo de recolección en el campo y hacer la comida, entre otras”.

Durante las jornadas que se desarrollan en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) la especialista en temas de género y violencia consideró que la disimetría entre las figuras femeninas y masculinas así como las diferencias de tamaño, entre otros elementos analizados, demuestra la descalificación hacia la figura femenina.

De igual forma, prevalece una “hipervaloración” de la figura masculina, tanto por sus genitales como por las actividades que realiza (la guerra y la caza) , mientras a la mujer se le ubica sólo en actividades colectivas junto a otras mujeres.

Fontana Sabatté dijo que revertir esa situación “es un trabajo que tenemos que hacer conjuntamente y las mujeres hace mucho que lo estamos haciendo a través de los estudios de género en la academia o a través de Organizaciones No Gubernamentales (ONG)”.

Destacó que en la actualidad los jóvenes están más abiertos a escuchar otro tipo de cosas y que las instituciones son las mayores constructoras de modelos que se reiteran y se reproducen.

La experta señaló que hoy la violencia contra las mujeres es más marcada y advirtió que “mientras más pelea la mujer por dejar de ser la propiedad de un hombre, más se enoja ese hombre porque no lo sea; de hecho antes de matarla le dice: o eres mía o no eres de nadie”.