» El grave problema de la negligencia en la relación médico-paciente

Esta nota fue creada el lunes, 11 marzo, 2013 a las 3:00 hrs
Sección: La corazonada

Un martes de abril como a las 7 de la noche, hace varios años, un médico de 52 años acudió en calidad de paciente al servicio de urgencias del hospital donde yo trabajaba. Manifestaba que había tenido un dolor muy intenso en el pecho en la mañana y los médicos que lo revisaron, llegaron a la conclusión de que su problema era digestivo y lo egresaron. Ni siquiera había salido de las instalaciones del Centro Médico, cuando cayó inconsciente y la esposa solicitó ayuda al mismo servicio de urgencias.

El paciente había tenido un paro cardíaco por infarto, pues no había sido valorado de manera suficiente y permaneció dos semanas hospitalizado en terapia intensiva, donde me correspondió tratarlo hasta su muerte, pues nunca pudimos recuperarlo de la lesión cerebral que el paro le había producido.

Este es un desafortunado ejemplo de negligencia médica, en donde la única circunstancia atenuante, fue que el electrocardiograma y los exámenes de laboratorio no habían mostrado alteraciones, algo que vemos en menos del 2% de los casos de infarto y por este motivo los médicos que lo trataron en urgencias, fueron exonerados durante el juicio que promovió la familia.

Es muy difícil establecer diferencias precisas entre la verdadera negligencia y una evaluación médica con poca pericia en este caso. La definición de negligencia, del latín negligentia, es la falta de cuidado durante una acción, que tiene consecuencias en otra persona, pero en este caso no se puede fundamentar falta de cuidado, probablemente sólo impericia que no es punible judicialmente.

Literalmente la negligencia es una mala práctica médica de un facultativo o de un hospital. Hay errores en el diagnóstico, en la elaboración de un estudio, en un acto quirúrgico o en un procedimiento armado.

Hay errores en situaciones administrativas o de oficina como un reporte equivocado, colocado en un expediente inadecuado o con el nombre cambiado. La negligencia es un error completamente evitable. No confundir la negligencia con un riesgo que se cumple, ya que los riesgos no son totalmente evitables.

Hay otros casos muy desafortunados, donde la negligencia en las acciones se da por parte de los pacientes aún en su contra.  Puesto que la definición más sencilla de negligencia es la falta de cuidado, de atención al hacer algo, los pacientes son también negligentes al no abandonar el tabaquismo, al no seguir las indicaciones médicas o tener transgresiones en su dieta o en su actividad física. an mostrado alteraciones, algo que vemos en menos del 2% de los casos. echola sangre, ofrecen tambifermedad, resultados. ñones yúnica

Hay muchos antecedentes interesantes en este problema de la negligencia médica, pues desde hace más de cien años quedó establecido este concepto en nuestros códigos civil y penal, al señalar que la Lex Artis Ad hoc implica diligencia en la atención del paciente y no negligencia.

Los médicos de manera individual y todas las instituciones públicas y privadas deben funcionar bajo criterios universales de Calidad y Seguridad para el paciente, que son establecidos por las autoridades en salud de México.

Con la finalidad de que los pacientes tengan una opción de queja se estableció la  CONAMED (Comisión Nacional de Arbitraje Médico) en el año 1996 , lo que ha sido un gran avance para mejorar la relación médico-paciente. Tuve el honor de participar como Consejero de esta institución por unos 10 años.

Otro antecedente interesante se dio el 23 de octubre del 2012, curiosamente día del médico, cuando la SCJN (Suprema Corte de Justicia de la Nación) estableció que no se requiere una demanda civil para exigirle a una institución pública que haga reparación del daño en caso de negligencia en alguna de sus clínicas.

En el caso de los pacientes la negligencia tiene la connotación de indolencia, de irresponsabilidad e incumplimiento, que dificulta su propio tratamiento y su recuperación.

El 4 de marzo IMBIOMED publicó un estudio que analiza la relación de los pacientes con los médicos y lo titula “Entre médicos y pacientes: buenos y malos”. Concluyeron que tal relación es sumamente compleja, implica negociación y la imposición de visiones diferentes para generar formas de comunicación.

 Una coincidencia bien definida fue la necesidad de crear un sistema de confianza mutua para obtener mejores resultados. Los médicos opinaron que un buen paciente debe ser puntual, disciplinado, obediente, constante, informado y que cuente con apoyo familiar; en tanto que los pacientes opinaron que un  buen médico es aquél que los conoce en forma personal, les habla con un lenguaje que entiendan, mantienen una relación cercana con ellos, proporcionan una atención integral y deben ser como un sacerdote.

Otro antecedente útil es la “Carta de los derechos de los pacientes” que en resumen incluye que tienen derecho a recibir atención médica, con un trato digno y respetuoso, con información clara y veraz, con derecho a decidir si consiente en un tratamiento que debe ser confidencial, mediante un expediente y con derecho a una segunda opinión.

Otro antecedente equivalente es la “Carta de los derechos de los médicos” que en resumen establece que tienen derecho a ejercer libremente la profesión, en instalaciones apropiadas con todo tipo de recursos, que reciban un trato respetuoso, con acceso a educación continua, investigación y docencia y que puedan recibir una remuneración por sus servicios.

Las consecuencias de la negligencia en la relación médico-paciente se establecen en muchos sentidos, pero la mayor afectación será para los pacientes. Les relato una situación que no ha cambiado en nuestra frontera norte, en la cual la falta de acción prudente y razonada ha ocasionado varias muertes.

La negligencia de ambas partes, ha provocado que muchos heridos por arma blanca no reciban la atención correcta, después de varias demandas de mala práctica médica, como también se le llama a la negligencia, pues muchos médicos eran demandados después de haber atendido a los heridos en el tórax, que requiere la aplicación de un “sello de agua pleural”, una sonda que se aplica con anestesia local mediante una herida de un centímetro.

El problema estalló cuando los heridos demandaban a sus médicos, para no pagarles y exigir una compensación económica, aduciendo que la herida del puñal no les dolía, que lo que no soportaban era la herida de la sonda… ¡y hubo jueces que condenaron a los médicos, después de haberles salvado la vida a sus pacientes!. La consecuencia obvia, fue que los médicos empezaron a negarse a acudir a atender estos pacientes, por lo que varios han muerto y en esas seguimos.

Conclusiones: debe haber responsabilidad bilateral para evitar la negligencia. Los médicos hemos establecido códigos de seguridad en los hospitales, listas de verificación para todas nuestras acciones, además de educación médica continua y certificación periódica. Por parte de los pacientes, deben cumplir con su tratamiento farmacológico, tener disciplina en la dieta, evitar tóxicos como el tabaco, cumplir indicaciones de actividad física, horas de sueño y demás indicaciones pensadas en su beneficio.

 Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com

Hasta la próxima.





           



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