» El bueno, el malo y el feo

Esta nota fue creada el viernes, 19 septiembre, 2014 a las 6:33 hrs

>Hay de tratos a tratos.

El miércoles pasado, durante la inauguración de la autopista México-Tuxpan, realizada en un municipio poblano cerca de Necaxa, el presidente Enrique Peña tuvo un trato cordial y hasta cálido para con el gobernador poblano Rafael Moreno Valle.

El poblano, que acaba de pasar las de Caín por la muerte de un adolescente durante una manifestación, correspondió el gesto del jefe del Ejecutivo y hasta habló de “mover a México”, que es el slogan del gobierno federal.

Como sea, fue notorio el trato dado a Moreno Valle, que contrasta ostensiblemente con el que recibe de parte del gobierno federal el sonorense Guillermo Padrés Elías.

Padrés estuvo ayer con los senadores del PAN a quienes contó su “veldá” sobre la situación política en el estado.

Y a juzgar por los resultados de la encerrona panista, algo muy gordo debió contarles porque apenas terminó el cónclave, el coordinador de los senadores, Jorge Luis Preciado, salió a declarar que su partido ya no iba a colaborar con el gobierno que estaba persiguiendo a uno de los suyos.

Advirtió además que responderían ataque por ataque, es decir, ojo por ojo, lo que sorprendió a más de uno.

Incluido desde luego al presidente del PAN, Gustavo Madero, que de acuerdo a algunas fuentes consultadas no fue enterado previamente de la decisión tomada por los senadores.

Ya se verá en la discusión del paquete económico para el próximo año si lo de Preciado fue una bravuconada o es una posición oficial del partido.

Por lo pronto, los senadores del PAN aprobaron, como se habían comprometido desde la semana pasada, los nombramientos de los consejeros independientes de la Comisión Reguladora de Energía, de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, del Consejo de Administración de CFE, de Pemex y del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.

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>Al grito de Perry que ladra no muerde, la Secretaría de Relaciones Exteriores abrió un espacio de interlocución con el gobernador de Texas, Rick Perry, a través del Consulado mexicano en McAllen.

Es decir, que las bravuconadas del gobernador texano ni siquiera le alcanzaron para que el interlocutor fuera el propio embajador mexicano, Eduardo Medina Mora ni mucho menos el canciller José Antonio Meade.

Por cierto, la comparecencia de Meade ante el pleno del Senado agendada para ayer se pospuso para octubre, debido a que los senadores se tomaron demasiado tiempo en la aprobación de los nombramientos de los consejeros independientes para Pemex, la CFE y el Fondo Mexicano del Petróleo.

El canciller ni se inmutó.

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>El gobierno de Oaxaca, que nada más no la ve llegar, decidió correr a 153 policías que se encontraban en paro desde la semana pasada por, de acuerdo con el secretario de Seguridad Pública estatal, Alberto Esteva Salinas, obedecer a un movimiento político que pretende desestabilizar al estado.

Y aunque eso no se acostumbra en Oaxaca –já-, no estaría por demás que el gobierno federal le echara un vistazo al asunto, sobre todo porque los policías en rebeldía tienen un arsenal de en su poder y, de acuerdo con el propio Esteva, financiamiento de diputados locales de oposición para prolongar el conflicto.

¡Pero si eso no pasa en Oaxaca!





           



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