Escocia, en el norte del Reino Unido, registró en 2020 el récord de 1,339 muertes por consumo de drogas, la mayor tasa en Europa y que confirma un creciente problema de salud pública en ese territorio, informó el Gobierno escocés.
De acuerdo con los datos de la Oficina de Estadísticas escocesa, la cifra supone un aumento del 5 por ciento respecto al año anterior, que había cerrado con 1,264 muertes en esa nación, y es el número más alto jamás visto desde que empezaron a registrarse en 1996 los fallecimientos relacionados con drogas.
Según el último informe de la Unión Europea publicado el pasado mayo con datos hasta 2019, el Reino Unido encabeza los índices de mortalidad por droga, con 3.284 decesos -seguido de Alemania, con 1,276-, siendo Escocia el territorio más afectado, con una tasa “trece veces mayor que la media europea”.
De este modo, Escocia se sitúa con la proporción más alta respecto a cualquier país comunitario, con 21.2 muertes por cada 100 mil habitantes (en la zona de Greater Glasgow y Clyde, se eleva a 30,8), además de triplicar la media del Reino Unido. Se trata de un problema que afecta más a los hombres que a las mujeres, con un 2,7 veces más de probabilidad de morir por consumo de narcóticos, y que a su vez golpea las zonas más desfavorecidas.
Por edades, el rango que engrosa las estadísticas es el de entre 35 y 54 años, que representa dos tercios de las muertes por drogadicción.
Según las estadísticas escocesas, a diferencia de otros países, una de las particularidades en el consumo del Reino Unido es el uso de las llamadas Nuevas Sustancias Psicoactivas (provenientes de sustancias farmacológicas), como el etizolam, que a menudo se mezclan con otros opioides, una práctica que afecta especialmente a Escocia.
El Gobierno escocés se ha referido a este balance como “desgarrador” y ha reiterado la serie de medidas con las que se quiere hacer frente a esta problemática de salud pública de causas “complejas”, con un presupuesto de 250 millones de libras (293 millones de euros) en los próximos cinco años.
(dw.com)