» Mexicanos transforman paisaje urbano y economía de Minneapolis

Esta nota fue creada el domingo, 12 julio, 2015 a las 13:15 hrs
Sección: El mundo

Minneapolis.- En menos de tres décadas, la comunidad mexicana ha transformado significativamente el paisaje urbano y la economía local, que incluso ha contribuido a reducir la actividad criminal.

Aunque la presencia de los mexicanos en Minnesota se remonta a principios del siglo XX, el arribo de la segunda ola casi tres décadas atrás a principios de los 90 ha sido más notorio, tanto por sus números como por las ramificaciones de la actividad económica que vino aparejada con ello.

Esto último es visible a casi todo lo largo de la calle East Lake, en el sur de la ciudad, donde cuadras tras cuadras, la mayoría de los comercios ofrecen mayormente en español sus productos y servicios, así como entretenimiento.

Por décadas esa calle fue sinónimo de crimen y actividades ilegales, desde venta de drogas hasta prostitución, cuyos trazos, si existen, son imperceptibles frente a la pujante actividad de los más de 300 negocios que operan en la calle y su periferia.

“Esta zona tenía mala fama. Mucha gente no entraba. Cuando invité a mi jefe a que viniera a la inauguración de mi negocio, cuando le dije donde estaba me dijo que gracias, pero que no; que mejor lo invitara cuando abriera otra en otro lugar”, recordó Miguel Zagal, originario del estado de Morelos y propietario de la taquería “La Hacienda”.

Zagal, originario de Morelos como la mayoría de los mexicanos que residente en Minneapolis y quien cuenta incluso con un camión de venta de tacos y dos sucursales más, instaló su primera taquería en lo que es ahora el Mercado Central y por décadas fuera una bodega de distribución de la tienda departamental Sears.

Mariano Espinoza, quien se desempeña como enlace de la ciudad de Minneapolis con la comunidad mexicana, dijo que si bien las autoridades locales han sido responsable de mucha de esta transformación debido al apoyo ofrecido, lo que ha hecho la diferencia ha sido el esfuerzo colectivo, desde que los primeros negocios fueron abiertos en el Mercado Central.

“Este mercado fue el detonante de este crecimiento”, recordó Espinoza, quien hizo notar que actualmente más de 300 negocios propiedad de mexicanos operan a lo largo de la calle East Lake y la zona periférica.

La transformación de esa calle y su periferia en una zona de vibrante actividad comercial es evidente aún entre la diversidad de los comensales de los establecimientos de comida.

“A ellos les gusta. Comen chile igual que nosotros, ya se han acostumbrado”, dijo Minerva López, una mexicana originaria de Morelos que trabaja como empleada de Manny’s Tortas, hablando de sus clientes de raza blanca, algunos de los cuales acuden ahí a desayunar.

Este es uno de los puestos de comida que se ubican en el Global Market, otro enclave de la East Lake que concentra a varios negocios propiedad de mexicanos, donde a diferencia del central conviven con comercios propiedad de inmigrantes de países del Medio Oriente, si los primeros bien son mayoría.

Alberto Fierro, cónsul de México en St. Paul, la ciudad vecina y capital del estado, dijo que la pujanza de la actividad económica generada por esta reciente ola migratoria ha sido notable.

“Algunos de los nuevos empresarios mexicanos que llegaron con esta diáspora han tenido tanto éxito que ya están expandiendo sus operaciones fuera de Minneapolis en estados vecinos como Illinois”, hizo notar.

Uno de estos negocios es “La Perla”, propiedad de José y Noemí Payán, originarios igualmente de Morelos, quienes operan la mayor fabrica de tortillas en Minneapolis en una planta que se extiende sobre un área de 50 mil pies cuadrados (15 mil 240 metros cuadrados), inaugurada en esta ciudad 10 años atrás.

El presidente del Consejo de Asuntos Latinos de Minnesota, Héctor García, dijo que si bien la presencia de mexicanos en el área de las ciudades gemelas, Minneapolis y St. Paul, no es reciente, la segunda ola migratoria ha sido muy diferente.

“Esta vez ha habido un fuerte impacto económico en una gran parte debido a la capacidad de compra de los que llegaron a partir de la década de los 90, además de los que han llegado de otras partes, como los centroamericanos”, explicó.

La vibrante actividad en torno a la calle East Lake contrasta con el ritmo de los negocios ubicados a lo largo de la calle César Chávez en St. Paul, asiento original de los primeros mexicanos que arribaron a la zona en el siglo pasado.

García hizo notar además el fuerte apoyo que la comunidad ha recibido de la ciudad de Minneapolis, una de las pocas de Estados Unidos que ha adoptado una política de santuario a favor de los inmigrantes indocumentados.

Explicó que el éxito de los primeros inmigrantes mexicanos asentados en St. Paul “no ha sido ni tan rápido, ni tan dramático como el que tuvo lugar en la calle Lake, en donde las ayudaron mucho gobierno, corporaciones, empresas, lo cual fue muy afortunado”.

“Nosotros hemos tomado ese éxito para insistir de manera repetida en que los hispanos no somos una carga para el Estado, sino que por el contrario, contribuimos mucho a la economía”, precisó.





           



Comentarios
No hay comentarios en “Mexicanos transforman paisaje urbano y economía de Minneapolis”