» Golfo de California, bajo preservación por retos y amenazas

Hermosillo.- La zona marino-costera del Golfo de California, que comprende seis estados del noroeste del país, presenta una serie de retos y amenazas que hacen necesaria la implementación de diversas estrategias para su preservación.

La región, conformada por los litorales de los estados de Baja California Sur, Baja California, Sonora y Sinaloa, se caracteriza por su alta biodiversidad y presencia de especies endémicas, es decir, que solo existen en este lugar del mundo.

También conocido como mar de Cortés o mar Bermejo tiene una longitud de mil 203 kilómetros y su anchura varía entre los 92 y los 222 kilómetros, mientras que en el extremo norte desemboca el río Colorado.

El Golfo de California concentra organismos microscópicos y diversidad biológica por la abundante luz solar y las aguas ricas en nutrientes, por esos factores y las aguas cristalinas el oceanógrafo Jacques-Yves Costeau lo llamó “el acuario del mundo”.

En la zona hay diversos ecosistemas que albergan y sustentan especies de flora y fauna, incluyendo una cuarta parte de las especies de mamíferos marinos a nivel mundial, de ahí la importancia de preservar la región.

Es por eso que, para buscar la sustentabilidad de las actividades productivas de la región, se desarrolla desde hace dos años el Programa de Conservación y Uso Sustentable de la Biodiversidad Marino-Costera en el Golfo de California, conocido como Biomar-GIZ.

En la zona marino-costera del golfo se desarrollan diversas actividades económicas como la pesca artesanal, el turismo, la agricultura y la acuacultura, pero es necesario realizarlas bajo esquemas de conservación de los ecosistemas y la sustentabilidad.

El programa Biomar-GIZ se desarrolla con el apoyo del Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear (BMUB, por sus siglas en alemán), a través de la Cooperación Alemana al Desarrollo (GIZ).

La GIZ –por sus siglas en alemán- trabaja en esta estrategia con su contraparte mexicana la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), por lo que cubre la totalidad del golfo e involucra a todas las áreas naturales protegidas de la región.

La coordinadora regional del programa de Biodiversidad Marina en el Golfo de California (Biomar-GIZ), Sonia Gautreau, destacó que esta zona tiene una riqueza muy grande y se trata de un patrimonio mundial para la naturaleza.

Explicó que debido a la riqueza natural del golfo se ha creado 18 áreas naturales protegidas y eso ayuda a disminuir las presiones sobre los sistemas y las diversas especies de flora y fauna que ahí existen.

Sin embargo, consideró, pese a los esfuerzos de conservación, la dinámica y tendencias económicas y sociales traen una serie de retos y amenazas fuertes para la conservación de los ecosistemas y para sustentar las actividades económicas en la región.

El programa Biomar-GIZ se desarrolla en la zona marino costera de los estados de Baja California Sur, Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit y el norte de Jalisco, explicó.

Especificó que las líneas de trabajo que se desarrollan desde hace dos años en la región a través del programa Biomar-GIZ son cuatro y la primera consiste en la gestión de áreas naturales protegidas, con el fin de fortalecer sus estructuras de manejo.

La segunda, anotó, se trata de documentar y replicar las buenas prácticas de conservación y uso sustentable, mientras que a través del tercer componente se desarrollan mecanismos de conservación y uso de las áreas naturales protegidas.

Refirió que el cuarto componente del programa Biomar-GIZ es la creación de una visión compartida para la conservación y uso sustentable de la biodiversidad en el Golfo de California.

“Esto es complicado y la idea nace por la complejidad de retos que enfrenta el golfo; esto requiere la suma de esfuerzos y agendas de trabajo de colaboración para mejorar la conservación y tener un desarrollo más sustentable de las actividades en la zona”, abundó.

Gautreau mencionó que la agencia Cooperación Alemana al Desarrollo, es una empresa pública sin fines de lucro que opera hace más de 40 años con recursos del gobierno alemán y de organismos internacionales enfocados al desarrollo sustentable.

Explicó que GIZ no destina recursos económicos de manera directa en la zona, sino que su labor consiste en canalizar apoyos a través de programas, contratación de técnicos, consultores y becas para organizaciones de la sociedad civil, entre otras actividades.

Por su parte, el director de la Regional Noroeste y Alto Golfo de California de la Conanp, Carlos Castillo Sánchez, expuso que los problemas del Golfo de California están relacionados con sobrepesca, contaminación, el calentamiento y acidificación de los mares.

“Hay sobrepesca, muchas especies comerciales ya están a su máxima captura, empieza a haber sobre presencia de algunas especies, riesgo de especies introducidas o exóticas como el pez diablo, tenemos el tema de situaciones de daño a los arrecifes”, abundó.

Además, añadió, se presentan daños más frecuentes por el cambio climático a través de la presencia de huracanes, así como el riesgo de accidentes por la navegación de embarcaciones con cargas de gas natural y petróleo.

El Golfo de California es uno de los sitios más estudiados y trabajados en México por parte de organizaciones de la sociedad civil y centros de investigación, reconoció Castillo Sánchez.

Sin embargo, planteó, no había existido una institución que tomara liderazgo para establecer una visión de cómo se visualiza el mar de Cortés en el futuro, para lo cual se requería financiamiento y apoyo de un organismo especializado.

Recordó que en 2012 una misión de investigadores alemanes realizaron un recorrido por la zona y conocieron los trabajos desarrollados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.

Les gustó la zona, comentó, y por ello prepararon un proyecto que se presentó al Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear, mismo que fue aprobado para siete años a partir del 2012.

“Tenemos identificados muchos retos en los que debemos trabajar en el golfo”, planteó y mencionó que entre esos se encuentra el buscar nuevos instrumentos de política ambiental para ayudar a conservar la biodiversidad y los ecosistemas.

Se trata, puntualizó de los planes de manejo para distintas áreas como son refugios pesqueros, de vida silvestre, así como para la atención de la zona marítimo federal para la protección de la zona costera terrestre.