De las más de 108 millones de hectáreas destinadas a agostaderos y praderas para la ganadería, 45 por ciento está expuesto a sequías prolongadas que afectan la producción de alimento para animales, dijo la directora general de Políticas, Prospección y Cambio Climático de la Secretaría de Agricultura (Sader), Sol Ortiz García.
En la inauguración de la convención anual de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), destacó que el cambio climático puede generar bajo rendimiento en pastizales, forraje de baja calidad, estrés calórico en los animales y propagación de plagas y enfermedades, lo que a su vez es un riesgo para la producción de carne en el país y la economía de miles de familias.
“La agricultura y la ganadería son dos ejes económicos que mueven al país, ya que además de garantizar la alimentación de los mexicanos, generan desarrollo en las comunidades rurales, en beneficio de los pequeños productores”, expuso en ese sentido el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona
Como un ejemplo de los retos, el mandatario estatal comentó que en 2022 enfrentaron una de las sequías más intensas de los últimos años; “sin embargo, con el apoyo del Gobierno de México para operar el programa de estimulación de lluvias, se logró rescatar regiones productoras, principalmente en la huasteca y el altiplano”.
El presidente de la CNOG, Homero García de la Llata, indicó que más de 300 líderes ganaderos del país en representación de más de 600 mil agremiados, debatirán en el Congreso sobre aspectos estratégicos de la ganadería nacional, como trazabilidad y avances sanitarios.
Sobre un nuevo sistema de trazabilidad que está impulsando el gobierno federal, el dirigente ganadero enfatizó que el organismo está listo para coadyuvar con la autoridad en el proceso de identificación de más de 10 millones de bovinos anuales, así como en el registro de movilización de 20 millones de cabezas.
(milenio.com)