» México, de los países con más accidentes mortales en carretera

El rechinido de las llantas y posterior golpe de lámina precedieron las dos vueltas por el aire de un joven que -cual acróbata- pasó por encima de un auto para caer y golpear su casco contra el caliente asfalto.

Una imprudencia y una maniobra mal realizada fueron la combinación perfecta para dar paso a un accidente vehicular.

Primero, una conductora que quiso evitar varios minutos de camino y manejó en reversa por una de las grandes arterias de la Ciudad de México; luego, un joven motociclista que buscó librar un lento camión por el lado izquierdo, lo que limitó su visibilidad.

Así, en cuestión de minutos, el motociclista quedó inmóvil pero consciente, en tanto que la conductora apresuró sus dedos para marcar veloz a la aseguradora correspondiente. Los segundos tortuosos pasaban a la espera de la ambulancia, al tiempo que llegaron elementos policíacos, junto con muchos curiosos.

El motociclista fue trasladado al hospital de Xoco, en sur de esta capital, mientras que la conductora con un tono pálido tiñendo su rostro de susto y en calidad de detenida, fue llevada al Ministerio Público correspondiente, para rendir su declaración y esperar, hasta asegurar que el accidentado estuviera fuera de peligro, procedimiento que se sigue en todos los casos.

Horas de angustia y llenándose la boca de todos los rezos que recordaba, Adriana pasó sentada en una silla mirando su vida pasar frente a la ventana de la oficina que correspondía a los agentes judiciales, en espera de conocer la situación del joven motociclista.

Luego de ocho horas, que ella tradujo en alrededor de 480 minutos, llegó el esperado llamado, -ya se va señorita, ya mandaron el reporte del hospital y el muchacho está fuera de peligro-, le dijeron los policías. Al salir de lo que había parecido una de muchas de sus pesadillas la esperaba el abogado designado por la aseguradora, quien le aseguró que ya todo había pasado.

Del ir y venir para realizar cada uno de los trámites que le suceden a un accidente automovilístico Adriana no recuerda nada, sólo que el abogado que envió la aseguradora la guiaba para terminar lo más pronto posible para poder por fin regresar a casa, en cuanto a los gastos no hubo reparo, pues la aseguradora cubrió todo, incluyendo la atención del chico, que, afortunado, sólo sufrió un esguince en un brazo y una pierna.

Si bien esta historia tuvo un final favorable, en México los accidentes viales generan alrededor de 16 mil víctimas mortales cada año, e incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) ubica al país como una de las 10 naciones con mayor número de accidentes letales en carreteras de América Latina.

Información proporcionada por la aseguradora Axa revela que los accidentes viales son la primera causa de muerte entre niños de cinco a 14 años de edad, y la segunda fuente de orfandad, en muchos casos por la falta de uso de cinturón de seguridad o sistemas de retención para menores.

Los accidentes viales generan un costo anual que ronda el 1.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a 150 mil millones de pesos, gasto que en la mayoría de los casos proviene del bolsillo de los afectados al no contar con una cultura adecuada de prevención.

Tan sólo en 2014, Axa reportó un siniestro en el que se tuvo el fallecimiento de un ciclista, el cual implicó una indemnización de 2.4 millones de pesos.

Sin embargo, “México es el único país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que no tiene una política pública para proteger a las víctimas de accidentes viales”, afirma el director de Daños de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Luis Álvarez.

Como parte de las medidas aplicadas por la federación para reducir tal problemática, en septiembre pasado entró en vigor la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil para automóviles que transiten por carreteras federales.

Esta es una medida de aplicación gradual y que en la actualidad se designa para autos modelo 2008 en adelante y establece una cobertura de daños físicos a “terceras personas”, por un monto mínimo de 100 mil pesos. El incumplimiento de este requerimiento genera multas de 20 a 40 días del Salario Mínimo Vigente en el Distrito Federal, un costo de mil 400 a dos mil 800 pesos.

Un sondeo realizado mostró que la mayoría de los conductores conoce esta obligación y afirma tener un seguro de automóvil, pero las cifras oficiales muestran que sólo el 28 por ciento del parque vehicular cuenta con una cobertura, lo que implica en que en uno de cada cuatro accidentes no se tendrá ninguna protección.

“No ha habido todavía una venta intensiva de pólizas, debido a que este seguro no se está fiscalizando, no se están cobrando las multas. Esta es una función de la Policía Federal y hasta el día de hoy todavía no se cobran multas a quien no tiene este seguro”, reveló el representante de la AMIS.

Álvarez Marcen consideró que es indispensable que se cobren las multas definidas, de lo contrario, “la regulación sólo es letra muerta”, como sucede en 16 estados del país, incluyendo al Distrito Federal y Jalisco, que tienen un seguro obligatorio de automóvil, pero en ninguno se cobran las sanciones por esta falta.

“El éxito de esto es que existan estas multas y que la gente sepa que tiene que comprar un seguro”, opinó.

El director de Siniestros de Axa Seguros, Alejandro González, coincidió en que el desinterés de la población por contratar este seguro se debe a que no se tienen mecanismos claros de revisión y penalización. “La gente no ha ganado el urgencia del seguro y una falta de fiscalización hace que no sea optima la manera en que se gestiona el seguro obligatorio”.

Para facilitar la tarea de las autoridades, quienes reconocieron que sería complejo aplicar esta sanción, la AMIS diseñó un apartado, dentro de su página de Internet (www.amis.com.mx), donde se puede consultar todas las pólizas emitidas para seguros de automóviles, y saber si es falsa o correcta.

Asimismo, se diseñó una sencilla guía que muestra el modelo y monto del vehículo que están obligados a contar con este seguro. “Estamos facilitando a la policía una cédula en donde en una sola página se pueden verificar todos los vehículos que serían sujetos del seguro obligatorio y esto por simplicidad”.

A partir del 1 de enero de 2015, es obligatorio que los autos modelo 2008 a 2015, con un valor superior a los 162 mil 255 pesos en factura, cuenten con una póliza de seguro para circular en carreteras federales; para 2016, se aplicará a las unidades 2005 en adelante y con un valor de 135 mil 690 pesos, y el siguiente año, entrarán los automóviles modelo 2002 y con un costo de 117 mil 467 pesos.

En una primera etapa, la regulación exige que el seguro ampare hasta 100 mil pesos para caso de daños a personas físicas, en tanto, para 2019 deberá cubrir tanto a personas como daños materiales, en donde la suma asegurada deberá ser de por lo menos 50 mil pesos. No obstante, los seguros actuales tienen coberturas que van desde 500 mil hasta un millón de pesos.

El sector asegurador reporta que el siniestro promedio de un accidente vehicular ronda los 15 mil pesos, lo que considera los llamados “choques lamineros” hasta grandes percances, indican cifras de la asociación que agrupa a las aseguradoras del país.

Datos de la Policía Federal de Caminos señalan que el 80 por ciento de los accidentes automovilísticos registrados en las carreteras del país no entra en la cobertura que ofrece Caminos y Puentes Federales (Capufe), debido a que el accidente vial suele ser responsabilidad del conductor y no de las condiciones de la carretera.

La velocidad y el alcohol provocan el 90 por ciento de los accidentes viales y de acuerdo con el Centro de Experimentación y Seguridad Vial en la República Mexicana (Cesvi) otros malos hábitos de manejo más frecuentes y los que ocasionan el resto de los siniestros son: mala sujeción del volante, no usar cinturón de seguridad, utilizar el celular, viajar con niños, comer, beber, sintonizar la radio, entre otros.

Aunque muchas personas argumentan que contratar una protección es caro, este seguro obligatorio básico tiene un costo que va desde 250 pesos al año, lo que implica destinar 70 centavos diarios y es una casi décima parte de lo que costaría comprar una cajetilla de cigarros a la semana en un año, que implicaría un gasto del orden de dos mil 340 pesos.

Dicho gasto no se compara con lo que hubiera tenido que pagar Adriana de su bolsillo sin su seguro, que implicaría los gastos por los daños físicos del joven motociclista, así como las averías de la motocicleta y de su propio automóvil.

En el país hay 24 aseguradoras que promueven activamente seguros para automóvil. Los vehículos que ya tienen un seguro de daños cumplen con este requisito, sólo se requiere que la empresa aseguradora extienda una carátula donde se precise que se tiene un seguro obligatorio de responsabilidad civil para circular por carreteras federales.