» México ante el desafío de la polarización

Una mayor polarización social será el principal desafío de los mexicanos durante la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la medida en la que no logre avanzar en su agenda, tras las pasadas elecciones.

“Ya ha sido un sexenio muy polarizante porque el mismo presidente ha dividido a la población entre buenos y malos, entre ricos y pobres, entre la oposición y los que están a favor de su gobierno. Eso se seguirá observando en la segunda mitad de su gestión, sobre todo si no encuentra los espacios para avanzar en su agenda”, afirma Sandra Ximena Mata, subdirectora de la Consultoría Integralia, que asesora al sector privado y público sobre riesgo político y asuntos legislativos, y publicó un balance sobre los resultados de las elecciones legislativas en México celebradas el pasado 6 de junio.

El partido oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena),  fundado por el propio Andrés Manuel López Obrador, ha construido una nueva hegemonía en el sistema político mexicano, con un avance territorial sostenido, lo que posiciona a la formación como favorita rumbo a la elección presidencial de 2024. Se trata del tercer reporte del proceso electoral que destaca que Morena y sus aliados (Partido Verde Ecologista de México -PVEM- y Partido del Trabajo -PT-) mantuvieron una mayoría absoluta con 281 del total de 500 escaños. No obtuvieron la deseada mayoría calificada (2/3 partes de la cámara), con lo que no cuentan con los votos necesarios para reformar la Constitución sin el apoyo de otros partidos. Aunque sí pueden aprobar el presupuesto, reformas a las leyes y una reforma fiscal sin votos de la oposición.

Organismos monstruos

El presidente ha insistido en la necesidad de revisar la función de distintos órganos reguladores y autónomos e incluso en la posibilidad de cerrar algunos de ellos con el argumento de que son costosos, que realizan funciones que puede hacer el mismo gobierno o que obstaculizan su llamada “Cuarta Transformación”. Entre ellos figuran el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), y el Instituto Nacional Electoral (IFE), entre otros. El pasado 28 de abril, López Obrador llamó a estos organismos monstruos, ogros, que no tienen ninguna razón de ser.

“Para el sector privado y empresarial, y para una democracia,  es deseable que haya pesos y contrapesos, y por esa razón era deseable evitar la concentración de poder que ya hay en el país, una concentración en torno a un partido, pero sobre todo, en torno al presidente. Eso se evitó gracias a la coalición opositora que formaron el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Fue exitosa en evitar la mayoría calificada de Morena, pero no alcanzó a quitarle a este partido y a sus aliados la mayoría que le permite aprobar el presupuesto y distintas leyes sin necesidad de la oposición”, advierte Sandra Ximena Mata, en conversación con DW.

PRI: partido bisagra

Integralia asegura que el PRI será el partido “bisagra” de la próxima legislatura que comenzará a sesionar el 1° de septiembre próximo. “Lo primero que hizo el presidente después de las elecciones, fue lanzar un lazo al PRI, sabedor de que dicho partido está fracturado por dentro entre quienes están a favor, y quienes de ninguna manera quieren una alianza con Morena. Vamos a ver qué resulta de las agendas legislativas del PRI, PAN y PRD, que han tenido agendas legislativas incluso confrontadas”, destaca por su parte Carlos González, experto en temas electorales y participación ciudadana.

El experto destaca que tradicionalmente en México la carrera por la sucesión presidencial comienza tras las elecciones intermedias o legislativas, y que empezará a haber ajustes dentro del partido oficialista. “Hay que ver cómo se comporta este bloque opositor en la Cámara de Diputados y si puede conformarse como bloque opositor a Morena y sus aliados. Es un piso sobre el que hay que construir un edificio, y no se sabe que tan sólido pueda ser en un plazo de dos años, cuando tendrán que definirse las candidaturas presidenciales”.

La solidez de la coalición opositora dependerá de la actuación de los diputados del PRI, a quienes recurrirá el presidente para alcanzar una mayoría calificada para modificar la Constitución.

El conservador PAN se consolidó como segunda fuerza política del país y como oposición natural a Morena, tanto en el Congreso como a nivel territorial con bastiones en Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Querétaro y Yucatán. El PAN contará con 31 diputados más en el Congreso que los que obtuvo en las elecciones de 2018. Sin embargo, Morena se llevó 11 de las 15 gubernaturas en disputa en la pasada elección. “Morena gobernaba en seis entidades antes del 6 de junio, Baja California era la única que ya tenía y que conservó. Otras 10 fueron ganancias adicionales, se llevó más de lo previsto y ahora gobernará en 16 de las 32 entidades del país, lo que significa gobernar a casi la mitad de la población en entidades que generan casi la mitad del PIB nacional”, destaca Sandra Ximena Mata.

El controvertido Partido Verde

El mismo día de la elección, el Instituto Nacional Electoral (INE) ordenó a 30 “influencers” retirar de sus perfiles de Instagram mensajes a favor del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aliado de Morena. La formación, que es desconocida por la familia de Partidos Verdes Europeos desde que propuso en 2009 instaurar la pena de muerte en México a violadores, secuestradores, feminicidas y asesinos de menores, ha hecho alianzas con todo el espectro ideológico a lo largo de su trayectoria, lo que le ha valido críticas de incongruencia. Greenpeace México lo acusa de no representar las causas medioambientales. En esta elección, el partido postuló a candidatos que proponían la castración de violadores, y rechazó los derechos sexuales y reproductivos de la comunidad LGTB y de las mujeres. El partido obtuvo 44 diputados federales, y ejercerá también un papel de balanza en la Cámara de Diputados.

Se estima que fueron unos 95 los “influencers” que violaron la veda electoral a favor del PVEM. “Lo que hicieron los influencers es que en un momento en el que no se podía llamar a votar por nadie, lo hicieron. Hay una investigación abierta. El Partido Verde ha logrado acumular una cantidad récord de sanciones. En la elección anterior hubo un movimiento social muy fuerte que incluso pedía que se le retirara el registro como partido. Pero tal vez lo más grave es que tengan a un gobernador electo en San Luis Potosí, en una alianza extrañísima con el Partido del Trabajo (PT)”, apunta Carlos González.

Participación del crimen organizado

La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), bajo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, investiga a tres candidatos a la gubernatura de San Luis Potosí, incluido el gobernador electo, Ricardo Gallardo, después de detectar un aparente financiamiento ilícito en sus campañas. “Todo parece indicar que estamos ante un primer caso relevante de una candidatura orgánica del narcotráfico. No que el narcotráfico compra, coacciona o apoya, sino una candidatura orgánica”, advierte Carlos González.

Sandra Ximena Mata explica así la posible participación del crimen organizado. “En ciertas regiones del país, sobre todo a nivel gubernatura, las encuestas se equivocaron dramáticamente. En Baja California Sur todo apuntaba a que iba a ganar el candidato del PAN. Casi todas las encuestas le daban la victoria. El día de la jornada electoral, el resultado fue otro. En San Luis Potosí pasó lo mismo, el candidato del PAN llevaba la preferencia. En Sinaloa el margen de victoria que mostraba en las encuestas el candidato que ganó fue mucho mayor al que mostraba la intención de voto. Una de las explicaciones que nos ha dado la gente que está en esos lugares es que pudo haber movilización del crimen organizado en estos estados. Eso explica que cambiara tan drásticamente el resultado”.

(dw.com)