» Los problemas de la estructura del tórax y las cardiopatías

Esta nota fue creada el lunes, 13 octubre, 2014 a las 6:35 hrs
Sección: La corazonada

La posición normal del corazón dentro del tórax es un elemento crucial para mantener la salud cardiovascular. Las anomalías en el desarrollo del esqueleto, provocan lesiones que puede sufrir el corazón por estar demasiado vertical, horizontal o empujado hacia un lado, aunque sea completamente normal en su estructura.

En este sentido, la lesión más conocida es la cifoescoliosis de la columna vertebral a nivel del tórax, como le pasaba al personaje literario de la Catedral de Notre Dame en París. Escolios es de origen griego y quiere decir “torcido”. Generalmente es congénita, aunque a veces se desarrolla con el tiempo, debido a infecciones tuberculosas de la columna vertebral o enfermedades de los huesos como se describe más adelante. La cifosis es una curvatura exagerada de la columna vertebral y el término viene también del griego y quiere decir “convexo”, puesto que cifo es “convexo” y osis “estado de”. Lo más común es que ambos problemas coexistan, aunque uno de ellos sea más prominente.

Algunas enfermedades del sistema musculo-esquelético que se han asociado a cifosis, escoliosis o ambas son: el Síndrome de Marfán, la enfermedad de Ehlers-Danlos o las lesiones degenerativas que ocurren con la vejez, las cuales frecuentemente provocan lesiones cardiovasculares directamente, pero además por las lesiones de la caja torácica, al modificar la posición del corazón dentro del tórax. Por lo tanto, es importante comprender, que aunque el corazón de una persona sea completamente sano, desarrollará problemas graves de salud por las alteraciones en la posición.

La cifoescoliosis degenerativa del anciano también puede provocar hipertensión pulmonar, por la deficiente ventilación que le provoca a la persona. Así, la baja crónica de la oxigenación y el excesivo esfuerzo muscular para mantener una buena ventilación, provocan la dilatación de las cavidades derechas del corazón secundaria al aumento de la presión dentro de los pulmones. Esto favorece un aumento del número de glóbulos rojos en la sangre, con lo cual ésta se hace más gruesa y espesa, aumentando el esfuerzo del corazón para mantener viable la circulación.

No estoy hablando de lesiones raras, puesto que por lo menos un millón de personas en México tienen algún grado de cifoescoliosis y dependiendo de los grados de convexidad y desviación lateral de la columna, será la repercusión sobre el sistema cardiovascular. El tratamiento de estas lesiones de columna es muy complejo y sobre todo en la variedad congénita, la cirugía está muy limitada para ofrecer soluciones. Esta es la razón por la que vemos muchos adultos con grados variables de este tipo de lesiones.

Otras alteraciones del tórax que se asocian a la enfermedad cardiovascular son el pectum excavatum o “pecho hundido o del zapatero” y el pectum carinatum, también llamado “de paloma” y conocido también como “pecho en quilla” ya que por su forma hace recordar la parte delantera de un barco.

Estas lesiones congénitas del tórax provocan considerables deformidades que afectan la función cardiopulmonar, son más frecuentes en varones y pueden verse varios casos en la misma familia, si bien no es una enfermedad hereditaria.

El pecho excavado desplaza al corazón hacia la izquierda y lo hace rotar hacia atrás lo que provoca una considerable alteración de su función. Por otra parte, es la lesión más común de los cartílagos y huesos del tórax, además de que se sabe que es más frecuente la asociación con la comunicación interauricular (o CIA) de esta lesión ósea y de los cartílagos del pecho. La CIA es la segunda lesión congénita del corazón, en frecuencia en nuestro país, por lo que tiene su propia importancia. Este tipo de lesión se presenta en un 70% del total de niños con deformidades del pecho.

La segunda lesión de los cartílagos y huesos del tórax de acuerdo con su frecuencia es el pectus carinatum, en la que se elongan, se alargan, de manera considerable estas estructuras del pecho, permitiendo que el corazón se desplace hacia adelante y a la derecha, lo que también provoca una considerable alteración en su función. En esta alteración es más común que haya una lesión de la aorta, ya que se asocia al Síndrome de Marfán, del cual ya les hice una reseña en otra edición de La Corazonada. Esta variedad de lesión del pecho se presenta en un 20% del total.

Existe un 10% restante de lesiones del tórax en su parte anterior, que vemos poco y generalmente son más graves, como la ausencia de la parte frontal del pecho, lo que deja expuesto al corazón y que es una urgencia quirúrgica máxima.

Deseo haber cumplido el objetivo de informarlos sobre un tema interesante y mucho más frecuente de lo que se piensa.

Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com

Hasta la próxima.





           



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