Por unanimidad, con 480 votos, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó una adición a la llamada Ley Olimpia para considerar como violencia digital la acción de amenazar, chantajear, coaccionar o extorsionar a una mujer con el amago de exhibir contenidos sexuales, sin consentimiento previo, por medio de tecnologías de la información y la comunicación.
El proyecto remitido al Senado para su análisis subraya la necesidad de actualizar y robustecer la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, a efecto de considerar la llamada “sextorsión” como una modalidad de violencia contra las mujeres.
Señala que dicha conducta transgrede y vulnera los derechos humanos de las mujeres y, por lo tanto, resulta imperativo visibilizarla y atenderla a través de la generación de políticas públicas y acciones de gobierno.
Como promotor de la iniciativa, el diputado morenista Wilbert Alberto Batun argumentó que la sextorsión es una de las conductas antisociales más recurrentes en la actualidad y supone chantaje por parte de un ciberdelincuente para que la víctima realice cierta acción o entregue dinero bajo la amenaza de publicar o compartir imágenes de la víctima.
“Se debe prevenir, atender, investigar y erradicar la violencia digital, al incorporar la extorsión como parte de ésta, dado que se vulneran múltiples derechos de las víctimas. Votemos a favor de la reforma y de los derechos de mujeres y niñas a una vida de violencia y de espacios seguros”, remarcó.
Al fundamentar el dictamen, la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, Julieta Vences, urgió ampliar el concepto de violencia digital y fortalecer la Ley Olimpia, incluyendo las acciones de difusión o exhibición de contenido íntimo que “no necesariamente se consuman, pero sí buscan extorsionar o amenazar a las mujeres”.
Respaldó por ello la iniciativa para definir como violencia digital, “toda acción dolosa de amenazar, chantajear, coaccionar, extorsionar a una mujer con exponer, distribuir, difundir, exhibir, transmitir, comercializar, ofertar, intercambiar o compartir imágenes, audios, videos reales o simulados de contenido íntimo sexual, mejor conocido como pack, sin el consentimiento, aprobación o autorización de las mismas”.
Vences sostuvo que, durante los últimos años, más mujeres, niñas y adolescentes han sido víctimas de estas acciones, afectando su vida privada y social, pues sus imágenes se comparten en tiempo real y de manera inmediata cuando se utilizan las tecnologías de la información.
De acuerdo con el Inegi, 36.4 por ciento de las mujeres de entre 20 y 29 años de edad que utilizaron internet durante 2019 fueron víctimas de ciberacoso, en contraste con 27.2 por ciento de los hombres.
Se estima además que 70 por ciento de las víctimas son adolescentes y mujeres, por lo que las “afecta de forma desproporcionada por su propio género”.
(milenio.com)