El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena hizo un llamado a los juzgadores federales a mantener la imparcialidad e independencia y a seguir interpretando la Constitución para no emitir decisiones populares o políticas.
En sesión solemne celebrada en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde se tomó protesta a 62 nuevos jueces de Distrito y magistrados de circuito, el ministro les advirtió que se enfrentarán a casos complejos entre particulares y a tensiones políticas entre Poderes, por lo que deberán fungir como el Poder contramayoritario, el cual no está destinado a dar gusto a las mayorías o al Poder en turno, sino a la Carta Magna.
Puntualizó que la naturaleza del Poder Judicial es ser árbitro y contrapeso.
“En su actuar cotidiano deben tener presentes al menos dos principios rectores: la imparcialidad y la independencia. Imparcialidad al emitir su veredicto e independencia respecto de otras instituciones de las partes y de otros Poderes.
“La función judicial implica decidir, interpretando la Constitución de lo que corresponde en derecho y en justicia lo justo, y no necesariamente la decisión más popular ni la más política; de ahí la naturaleza del Poder Judicial como árbitro, como contrapeso y como órgano contramayoritario”, expresó.
Ortiz Mena destacó que si las personas confían en los tribunales, no tendrán incentivos para optar por otros medios no institucionales para cuestionar o combatir, incluso, las decisiones de otros Poderes.
Añadió que en el diálogo con los otros Poderes, a quienes el Poder Judicial debe servir por su naturaleza también de contrapeso, se debe participar en un diálogo democrático, defendiendo siempre el contenido y alcance de los derechos humanos como límites claros y totalmente indisponibles a los otros Poderes.
“Como señalaba, deberán resolver no solo casos complejos entre particulares, sino también tensiones políticas entre Poderes, es decir, deberán fungir como el Poder contramayoritario que, en ocasiones, es el Poder Judicial, y que no está destinado a dar gusto a las mayorías o al Poder en turno, sino a la Constitución.
“No es gratuito que la duración del puesto de las personas juzgadoras en el Poder Judicial de la Federación, jueces, magistradas y ministras, no responda a los tiempos de otros Poderes, sumisión frente al Estado mexicano o, mejor dicho, (como parte toral de él) es administrar justicia de manera fundada y razonada, aun en las situaciones más complejas del Estado democrático de derecho; tenemos que estar preparados para ello, México y su gente los necesita”, enfatizó.
La responsabilidad que hoy asumen debe venir acompañada de un profundo conocimiento, compromiso, convicción, valentía y acercamiento con los contextos de la realidad de nuestro país, e imaginar las mejores respuestas jurídicas posibles.
(milenio.com)